No voy a poner mi curriculum, pero desde 1990 no he parado de ejecutar obras: pequeñas, medianas, grandes, altas, bajas, reformas, estabilización de fachadas, obras públicas, privadas, polideportivos, piscinas, residencias, hoteles...en todas, en todas ellas, siempre he utilizado el LÁPIZ y la forma con que me he comunicado tanto con Arquitectos como con los Obreros, siempre ha sido con dibujos, tanto en un folio, como en un saco de yeso o en un pilar para que quedara constancia de lo que se decía.
Es curioso lo del dibujo, tiene menos contradicción que la palabra, de ahí que ¡una imagen vale más que mil palabras! Y cuando te ven dibujar rápido, seguro, sabiendo lo que dibujas, la gente se queda expectante a ver el resultado y quieren hacer lo mismo, intenta explicarte las cosas utilizando el mismo lenguaje.
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